Incontinencia urinaria: tipos, causas, síntomas y tratamiento

La incontinencia urinaria, o pérdida involuntaria de orina, es un problema bastante común que puede resultar incómodo o causar vergüenza. Puede manifestarse de distintas formas, desde escapes leves al toser o estornudar, hasta una urgencia repentina e intensa por orinar que impide llegar al baño a tiempo.

Aunque es más habitual en personas mayores, no es una parte normal del envejecimiento. Si esta condición interfiere con tu vida cotidiana, es importante que consultes con un profesional de la salud. En muchos casos, modificar ciertos hábitos relacionados con el estilo de vida o la alimentación, junto con un tratamiento médico adecuado, puede ayudar a controlar o incluso eliminar los síntomas.

Síntomas

Muchas personas tienen pérdidas de orina pequeñas y ocasionales, mientras que otras pueden experimentar escapes más frecuentes y de mayor cantidad.

Existen varios tipos de incontinencia urinaria:

  • Incontinencia de esfuerzo: La orina se escapa al hacer presión sobre la vejiga, como al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar peso.
  • Incontinencia de urgencia: Se presenta una necesidad repentina y muy fuerte de orinar, seguida de una pérdida involuntaria. Puede ir acompañada de ganas de orinar con mucha frecuencia, incluso por la noche. Esta forma de incontinencia puede estar relacionada con infecciones leves o con condiciones más serias, como enfermedades neurológicas o la diabetes.
  • Incontinencia por rebosamiento: Se caracteriza por un goteo constante o frecuente de orina debido a que la vejiga no se vacía completamente.
  • Incontinencia funcional: Ocurre cuando una limitación física o mental impide llegar al baño a tiempo. Por ejemplo, alguien con artritis avanzada puede tener dificultad para quitarse la ropa con rapidez.
  • Incontinencia mixta: Es la combinación de dos o más tipos de incontinencia, siendo la más común la mezcla de incontinencia de esfuerzo y de urgencia.

Cuándo consultar al médico

Puede ser incómodo hablar de este tema, pero si las pérdidas de orina ocurren con frecuencia o están afectando tu vida diaria, es importante pedir ayuda médica. La incontinencia urinaria puede:

  • Hacer que evites ciertas actividades o limitar tus relaciones sociales.
  • Disminuir tu calidad de vida.
  • Aumentar el riesgo de caídas, especialmente en personas mayores que se apresuran al baño.
  • Ser una señal de un problema de salud subyacente que necesita tratamiento.

Causas

La incontinencia urinaria puede originarse por ciertos hábitos cotidianos, problemas físicos o enfermedades subyacentes. Una evaluación médica completa es fundamental para identificar la causa específica en cada persona.

Incontinencia urinaria temporal

Algunas sustancias, alimentos y medicamentos pueden actuar como diuréticos, es decir, estimulan la producción de orina y aumentan la actividad de la vejiga. Entre ellos se encuentran:

  • Bebidas alcohólicas
  • Cafeína
  • Gaseosas o agua con gas
  • Edulcorantes artificiales
  • Chocolate
  • Alimentos picantes
  • Comidas con muchas especias, azúcar o ácido (como los cítricos)
  • Medicamentos para el corazón, presión arterial, relajantes musculares o sedantes
  • Dosis altas de vitamina C

También algunas afecciones de fácil tratamiento pueden desencadenar incontinencia, como por ejemplo:

  • Infección urinaria: Puede causar irritación en la vejiga, provocando urgencia para orinar e incluso pérdidas de orina.
  • Estreñimiento: Al estar el recto muy cerca de la vejiga y compartir nervios, las heces endurecidas pueden presionar estos nervios, afectando la frecuencia urinaria.

Incontinencia urinaria crónica o persistente

En otros casos, la pérdida de orina es constante y se debe a condiciones físicas o médicas más duraderas, entre ellas:

  • Embarazo
  • Parto vaginal
  • Envejecimiento
  • Menopausia
  • Hiperplasia prostática benigna
  • Cáncer de próstata
  • Obstrucciones
  • Trastornos neurológicos

Factores de riesgo

Algunas condiciones o características pueden aumentar la probabilidad de desarrollar incontinencia urinaria:

  • Sexo: Las mujeres tienen más riesgo de incontinencia por esfuerzo debido al embarazo, parto, menopausia y su anatomía. En los hombres, los problemas prostáticos aumentan el riesgo de otros tipos.
  • Edad: Con el paso del tiempo, los músculos de la vejiga y uretra se debilitan, lo que facilita las pérdidas involuntarias.
  • Sobrepeso: El exceso de peso genera más presión sobre la vejiga y sus músculos, aumentando las probabilidades de fugas al toser o estornudar.
  • Fumar: El tabaquismo incrementa el riesgo de incontinencia.
  • Antecedentes familiares: Si hay antecedentes en tu familia, especialmente de incontinencia por urgencia, el riesgo personal aumenta.
  • Problemas de salud: Trastornos neurológicos y diabetes también son factores de riesgo importantes.

Complicaciones posibles

Cuando la incontinencia es crónica, puede derivar en complicaciones como:

  • Irritación o infecciones en la piel por la humedad constante.
  • Infecciones urinarias frecuentes.
  • Deterioro en la vida social, laboral o íntima, afectando la autoestima y las relaciones.

Prevención

Aunque no siempre se puede evitar la incontinencia urinaria, algunos hábitos pueden reducir el riesgo:

  • Mantener un peso saludable
  • Realizar ejercicios del suelo pélvico regularmente
  • Evitar alimentos o bebidas que irriten la vejiga, como el alcohol, la cafeína o los cítricos
  • Consumir más fibra para prevenir el estreñimiento
  • Dejar de fumar, o buscar ayuda para hacerlo

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